El impacto de la nueva ley de vivienda en los precios de las viviendas es una de las principales preocupaciones de los posibles propietarios. Los precios de las viviendas podrían disminuir levemente o permanecer estables como resultado de la nueva ley. Esto se debe a que la nueva ley establece medidas para restringir los precios de alquiler y promover la oferta de viviendas de protección oficial, lo que puede reducir la demanda de viviendas en venta.
Sin embargo, el mercado inmobiliario es muy complicado y se ve afectado por una variedad de factores, que incluyen la oferta y la demanda, la economía, las tasas de interés y otros.
En Vallés Inmobiliaria te contamos cómo afectará la nueva normativa a la oferta de viviendas en el mercado.
En la nueva ley de vivienda también se incluyen medidas para mejorar la protección de los compradores de vivienda. Por ejemplo, se establece un plazo máximo para la entrega de viviendas, se controla el uso de garantías y se hace más transparente la información sobre viviendas. Los compradores de viviendas se beneficiarán de una mayor transparencia y una mejor protección en caso de impago como resultado de esto, lo que les da más seguridad jurídica.
No obstante, la nueva ley para el derecho a la vivienda afecta de forma significativa a los agentes privados que actúan en el mercado inmobiliario y ofrecen viviendas, ya sea en venta o en alquiler, además de las numerosas obligaciones y compromisos que se establecen con respecto a las Administraciones públicas .
Para recuperar la posesión de la vivienda existen importantes obligaciones y restricciones procesales que deben ser comprendidas.
Sin embargo, un número importante de las medidas anunciadas, como el control de precios, amenazan un derecho constitucional igualmente fundamental, el de la propiedad privada.
La principal crítica que hace el sector privado con respecto a la ley, es que muchos propietarios pueden decidir sacar sus propiedades del mercado debido a la potencial inseguridad jurídica creada por la nueva regulación. Como resultado, la oferta se reduciría, lo que tendría el resultado opuesto al deseado: un aumento en los precios de los alquileres.
Aunque un control de alquileres obviamente logra limitar los precios a corto plazo, puede tener una serie de consecuencias no deseadas que empeoraría el mercado con el tiempo. Uno de esos efectos es que los propietarios, que actualmente son los que proveen la oferta porque no hay mucha vivienda de alquiler social, pueden plantearse retirar sus propiedades del mercado.